Lilypie Third Birthday tickers

Lilypie Third Birthday tickers

miércoles, 28 de julio de 2010

Mas de piscinas

El fin de semana pasado estuvimos en Albacete, tocaba porque Carmen había estado mala la semana anterior y no pudimos irnos, asi que este finde tuvimos una agenda apretada.

El viernes, estuvimos en el paseo de la Feria de Albacete, donde se colocan a estas alturas del año decenas de terrazas donde ir a tomar unas cervecitas y cenar de picoteo. Allí estuvimos, y los peques se lo pasaron en grande. Deberían haberse dormido, porque era tarde, pero no hubo manera, y al final se unieron a la fiesta. Los primos estuvieron bailando con la musica, y Cristina no pudo ser menos, ayudada por el tito Pedro, eso sí:



El sábado estuvimos cenando en un merendero. En Albacete es muy típico, las noches de verano, salir a las afueras de la ciudad a cenar en unos lugares llamados "merenderos". Que no es lo que yo entiendo por tal nombre sino unas terrazas de verano donde puedes cenar a la fresca que cae al bajar el sol. A las afueras hay varios, y siempre hace más fresquito que en el centro de la ciudad. Nos pusimos morados como era de esperar.

Finalmente, el domingo estuvimos con los titos y los primos Pedro y Rocío en el Parador Nacional. Habíamos quedado con el primo Aarón y sus papás para ir a la piscina pero por motivos diversos al final no pudieron ir, así que nos decidimos a ir a la piscina del parador, donde es posible ir a la piscina aun sin estar alojado. Eso sí, el precio es prohibitivo, pero si te quedas a comer en el mismo Parador te hacen un 50% de descuento.





Como era de esperar, la comida tampoco fue ligera. Fantástico para mi régimen de mantenimiento, estos dos últimos meses gané 2,3 kg, y claro, seguramente esto de comer a todas horas cada vez que voy a Albacete tiene algo que ver.

Esta semana los peques han estado pachuchetes, sobre todo Cristina. Afortunadamente parece que hoy atrde ya están un poco mejor, al menos por el apetito en la cena están mejor. Cristina ha llegado a no querer hacer 3 comidas seguidas, parecía que la estuvieras matando cuando le acercabas una cucharada.

Me cuesta encontrar hueco para escribir algo, parece que uno en verano debería tener más tiempo, pero a mi me pasa al revés, no saco tiempo para nada. En fin, seguiremos intentándolo. A los que estén de vacaciones o vayan a comenzarlas ya, ¡que las disfruten!

sábado, 17 de julio de 2010

De piscina y playa

Con mi cierto retraso habitual, aqui estamos de nuevo. No saco tiempo de ningún sitio para escribir algo, voy liao. Esta última semana un poco más porque desde el lunes Carmen ha estado un poco pachucha: una contractura en el cuello combinada con una faringitis inoportuna han hecho que pase unos malos días. Bueno, aún no se le ha pasado del todo. El caso es que si ya de normal voy con poco tiempo para todo, con Carmen regulera aún menos tiempo. Se me ha pasado la semana en un pis pas.

Como este fin de semana ultimo ha sido poco interesante (no hemos podido ir a ningún sitio), mejor cuento lo que hicimos el finde anterior (histórico fin de semana donde la Selección se proclamó Campeona del Mundo ¡ole! y Casillas besó a la Carbonero... Carlitos se me va a poner celoso). Estuvimos un día en Gandía viendo a unos amigos, y tuvimos ocasión de ir a la playa con los peques. Era la primera vez que veían el mar de cerca, y esta es la cara que se les quedó:



No se decir si les gustó el mar o no. Cristina estaba medio muerta de sueño, y no se si por el ruido de las olas o si es que le tocaba pero la mayor parte del tiempo que estuvimos en la playa estuvo dormida. Carlos sí que entró al mar, y a ratos estaba encantado y a ratos medio lloricoso. Ya veremos, habrá que repetir.

Donde sí que están muy a gusto es en la piscina, ahí si que ambos dos disfrutan como monos. Les hemos comprado un flotador super moderno que se supone que no vuelca (bueno, sí que vuelca en determinadas circunstancias, como por ejemplo si hacen pie) y que les permite moverse más o menos libremente por la piscina sin que tengas que estar 100% sujetándolos. Cristina en especial se ha adaptado muy bien a él y ya se mueve como un pececillo. Carlos también, pero se cansa antes y empieza a pedirte que se lo quites. Cuando digo "pedirte" es que se pone a lloriquear y no sabes qué quiere hasta que pruebas a quitárselo y entonces para de lloriquear... la falta de vocabulario es así.




Por cierto que es curioso que les sigue sin gustar el césped. Ahora no es que no lo aguanten y se pongan a llorar como antes, pero enseguida se van a donde no haya cesped:



Hablando de Vocabulario, Cristina está adquiriéndolo a pasos agigantados. Esta mañana al poco de levantarles (a las 07:15H) y recién cambiados de pañal, mientras correteaban por el salón nos ha olido a caca. Como Cristina hace poca cacota le hemos preguntado "Cristina, ¿te has hecho caca?". Lo que suele ser una pregunta retórica, no esperamos respuesta, nos dirigimos a ella y olfateamos de cerca. Pero hoy, antes de eso Cristina ha respondido "caca al-los" (traducción simultánea: "No soy yo, es Carlos quien tiene caca"). Nos hemos quedado pasmados.

O mejor esta otra: hoy Cristina se ha chivado de Carlos. Para entenderlo, hay que saber que tenemos una lámpara en el salón de esas que se enciende con un interruptor de pie. por mucho que escondemos el interruptor siempre queda un poco de cable a la vista y al final los dos (tanto Carlos como Cristina) lo cogen, y siempre que lo hacen les decimos que no, que eso no se coge, nos ponemos serios y les reñimos. Y se va convirtiendo poco a poco en una especie de fruta del árbol prohibido. Si cogen el cable o el interruptor y les vemos, les cae la bronca y reaccionan rápido yéndose de ahí. Normalmente. Pues bien, hoy Carmen estaba sentada en el sofa cuando Cristina se ha acercado a su mamá, se ha levantado y mirando recto hacia la lámpara se ha puesto a decir "tete tete tete tete...". Cuando Carmen ha mirado para allá estaba Carlitos cogiendo el cable con cara de culpabilidad. "La tata se ha chivado", ha pensado "esta me las pagará".

Para finalizar este largo post con el que espero compensar dos semanas de silencio. un par de videos. Primero este de Carlos persiguiendo palomas:



Le encanta, cada día controla más el corretear por ahí solito, ya está hecho un experto total.

Y segundo este de Cristina y Carlos en el parque. Mala luz, poca resolución. Pero es muy gracioso porque ilustra la nueva técnica de Cristina para conseguir algo que tiene su hermano. Como por la fuerza no lo consigue,ha empezado a darle otras cosas que estén a su alcance. Cuando Carlos se distrae con esas otras cosas, dejando la que le interesa a Cristina libre, ella está atenta a ese momento, y se va a por ella para cogerla. En este caso es un juguete de una jirafa de madera con ruedas, pero lo hace con otras mil cosas.



Para finalizar ya de verdad, una foto que debería haber puesto hace una eternidad, y que me han recriminado que no pusiera. Es una foto de esta semana santa pasada, cuando quedamos con unos amigos de Albacete a comer. No puse nada entonces sobre esa comida y la verdad es que se me pasó. Aquí la foto correspondiente:



¡Sorry, Noelle!

jueves, 8 de julio de 2010

¡España, España!

Ayer vivimos algo que no pensé que llegaría a ver: la selección española de fútbol llegando a la final de un mundial. Bueno, cuando digo 'pensé' me refiero a que hace ya años que me había desengañado de que los periodistas siempre estén inflando las opciones del equipo año tras año, y siempre hay que rebajarles un poco todo lo que dicen. ¡Ya eran muchas decepciones!

Pero llevamos unos años buenos. Ya pasó con el baloncesto (del cual soy más aficionado) pero ahora toca con el fútbol. Sólo hay que cambiar el chip.

Cuando se ganó el europeo los peques estaban en la barriga de mamá por lo que no se enteraron de gran cosa. En esta ocasión apenas se están enterando y seguro que cuando sean mayores no se van a acordar. Pero ellos ya van a vivir habiendo interiorizado que es posible ganar y ¿porqué no? si se puede ganar un mundial de futbol, cualquier otra cosa es posible. Y no solo porque los milagros existen sino porque es posible si se hacen las cosas bien. Esto es de otra generación.

Por de pronto, animan como uno más:



¡A por la final!

sábado, 3 de julio de 2010

Descubriendo el mundo

Uno de las moyores diversiones con estos dos es observarles mientras van explorando y descubriendo nuevas cosas, ver sus reacciones, si les gusta o no, etc. Carlos y Cristina no necesariamente reaccionan igual, lo que le gusta a uno muchas veces al otro no le gusta tanto, y viceversa.

El otro día descubrimos que a Carlos no le gustan las típicas máquinas de caballos/coches/helicópteros/lo que sea que hay en centros comerciales, bares y esquinas varias. Curiosamente le atraían mucho, porque se dirigía a ellas cada vez que podía, pero en cuanto se ponían en marcha salía corriendo en dirección contraria. Cristina en cambio mantenía una actitud mucho más moderada mientras estaban parados, pero en cuento se ponían en marcha sonreía y apuntaba su dedete hacia ellas. Así que en una de esas nos decidimos por montar a Cristina a ver si le gustaba:



Carlos no quiso ni quedarse cerca de su hermana, salió corriendo y sólo se acercó en bracitos de papá.

En todo caso a veces lo más interesante es ver cómo ellos mismos hacen cosas nuevas sin interveción de los mayores: así ves lo que realmente les gusta y lo que no. Carlos tiene una cierta inclinación por el agua, más que Cristina. En Albacete, cerca de casa de los abuelos, hay un parquichuelo que tiene una fuente que tiene unos chorritos de agua que salen de la fuente hacia arriba y que son accesibles a niños y mayores. En estas fechas de mucho calor Carlitos sale corriendo hacia allí y se pone a jugar con el chorrito: quiere 'taparlo', o vete tú a saber qué. Eso sí, acaba empapado de pies a cabeza.



Están en una edad en que todo lo van descubriendo y no paran ni un momento. Particularmente Carlos que ya le ha cogido el tranquillo a eso de andar y ahora no hay quien lo pare. Menos mal que van de uno en uno y Cristina aún tiene mucho que avanzar antes de lograr andar solita. Aunque lo pide, y hay que llevarla de un lado para otro maltratando los riñones. Para los papás la verdad es que es cansado. Así que últimamente cuando más decimos eso de "¡Ay que bonicos que están!" es justamente cuando se encuentran en esta situación:



¡Dormidos los dos a la vez! ;)