Lilypie Third Birthday tickers

Lilypie Third Birthday tickers

viernes, 17 de junio de 2011

En el campo

Este fin de semana pasado estuvimos en Albacete; hacía varios findes que no habíamos ido, básicamente por no movernos demasiado de casa para evitar imprevistos con el pipi (o más que imprevistos, previstos). Pero al fin nos decidimos, aunque eso sí, hicimos un poco de trampa de nuevo y les pusimos un pañal para el viaje. Para el viaje solo, eso sí.

El caso es que pasamos un fin de semana diferente, porque el domingo nos fuimos a una casa de campo que tiene la familia de Carmen, a que los peques disfrutasen del ambiente rústico propio del lugar. Bueno, ellos y los titos y primos que se vinieron con nosotros.

Pero primero empecemos por el sábado. Fuimos a comprarle a los peques unas sandalias (obviamente las del año apasado ya no les valen), porque la llegada del calor les estaba haciendo cocerse un poco los pies. El caso es que acabamos en una zapatería infantil que tiene unos pequeños asientos para que los niños se entretengan jugando a montarse en animalitos:



Lo curioso es que esto era exactamente igual en mi propia infancia: recuerdo perfectamente haber estado de niño en esta zapatería y que esto estaba así. Quizá haya cambiado algo, pero la idea era exactamente la misma. Que manera de permanecer.

Luego los peques estuvieron disfrutando un rato de un artista callejero que se dedicaba a hacer pompas gigantes de jabón para disfrute de grandes y pequeños. Sobre todo de pequeños, no tengo claro que estos señores se hayan dado cuenta de cual es su público potencial más serio, pero las imágenes lo dicen todo:




En cualquier caso lo más interesante del fin de semana fue el domingo. Los peques en el campo, no les hemos acostumbrado mucho a ir al campo la verdad. Así que en gran parte fue una novedad para ellos. se lo pasaron muy bien, se portaron mucho con el pipi e incluso comieron muy bien (ya se sabe que el campo da hambre). Helos aqui en unas cuantas fotos:





Ahi se les puede ver sentaditos en una mesa, donde comer comieron muy bien. Lo hicieron en la calle; bueno, la celle calle no porque eso es el campo, y calles no hay: en el exterior quiero decir. A la sombra, que hacía un calor de agarrate y no te menees.





Las gafas se las regaló la tita Rocío a los dos nanos, les regaló unas gafas a cada uno, aunque es Cristina quien más las usa, a Carlos les hacen gracia pero menos. Cristina en cambio no pierde ocasión para ponerselas. Carlitos estaba jugando con un higo (un poco verde aun) que había cogido su prima de una higuera cercana. No sé qué le hacía tanta gracia.

Quien no se separó casi ni un momento de su prima fue Cristina: se tiraron gran parte de la tarde de cuchicheos y juntitas como dos pequeñas amiguitas inseparables. Se nota que Cris es cada día más grande y ve a su prima como su "hermana mayor" que le cuenta cosas y cómplice. Estuvieron un buen rato tumbaditas en una cama contándose cositas, vete tú a saber qué. Helas aquí.



Para acabar, un video del papi refresacando un poco a los monos y a sí mismo. si es que hacía un calor...



Ale, otro dia más! Ciao!

miércoles, 8 de junio de 2011

Pipis, popós y ¡fiesta!

Aqui estoy de nuevo tras varias semanas ausente. La verdad es que he estado muy liado, y se ha ido acumulando tiempo. Afortunadamente no hay mucho que contar porque las últimas semanas han sido bastante repetitivas: no nos hemos ido a ningún lado porque los peques están aprendiendo a ir por el mundo sin pañales. Eso nos deja un poco indefensos ante cualquier situación fuera de un entorno controlado, y en la práctica significa que no nos alejamos mucho e casa. Por ahora, porque este próximo fin de semana nos vamos a Albacete por primera vez desde que dejamos los pañales. Bufff que miedo me da.

Los nanos están portándose relativamente bien con todo esto de quitarles el pañal. digo relativamente porque en general se han acostumbrado a hacer pipí en el orinal si les sientas en él. Y están aprendiendo a aguantarse. Pero por otro lado si no les pones a tiempo es bastante raro que pidan ellos sentarse... no digo que no pase nunca, pero muy frecuente no es. Cristina lo pide algo más que Carlos pero no es nada raro fregar algún que otro charquito todos los días. Empezamos muy fuertes con eso de los refuerzos de alegrarse mucho cuando el pipí va en su sitio (y lo seguimos haciendo), y llevarlos todos al water para tirarlo con mucha ceremonia, y solecitos cuando lo hacen bien:



Lo de los solecitos ultimamente lo tenemos un poco abandonado eso sí.

El popó va peor. Sólo ocasionalmente da la casualidad de que lo hacen en el orinal. Poco a poco!

En resumen: va por días. Hay días perfectos que no se mojan los pantalones ni una sola vez y días catastroficos de 4 o 5 veces.

Pero no solo hemos dedicado los días a aprender el control de esfínteres. Un par de días nos vino a visitar la prima Zoe. Está creciendo un montón y dentro de poco (es un decir) podrá empezar a jugar con sus primos.



Tambien estuvimos este fin de semana en una fiesta de cumpleaños de una vecinita, Claudia, que cumplía 4 añazos ya. Varios de los vecinitos amigos de los peques estuvieron, y nosotros no podíamos faltar. He de decir que hicimos trampas y pusimos a los nanos un braga-pañal, o calzoncillo-pañal, o pañal de aprendizaje, o como leches se llame. Pero es que no estábamos muy dispuestos a perseguir pipís por todo el local.

El caso es que los nanos se lo pasaron más que en grande. Cristina especialmente iba de un lado al otro con una sonrisa en la boca que no se le iba. Participaron en todos los eventos de la fiesta y lo pasaron genial. Aquí los tenemos en un par de momentos particulares: cuando la tarta y cuando la cumpleañera recibía los regalitos.




Cierto es que a mi particularmente me parece un poco exagerada la manera que se tiene hoy en día de celebrar los cumpleaños, y la entrega esta de regalos con la niña sentada en un trono y los otros niños llevándoles los regalos, más aún. No es la primera vez que lo veo y me parece un poco demasiado. Pero nunca digas de este agua no beberé, porque vete tú a saber lo que acabas haciendo y si te ves obligado a entrar en la rueda.

Aquí tenemos un rato de baile y diversión protagonizado por todos los niños de la fiesta y entre ellos los nanos. Quien se lo trabajaba bien era la animadora del local, eso no se puede negar.



Para finalizar, voy a mostrar un momento de relajación, para que se vea que no todo es fiesta y diversión en la vida de los peques. También se relajan de vez en cuando. Especialmente cuando toca irse a dormir, entre la cena y la cuna. Intentamos que ese rato sea tranquilo y se están acostumbrando a ello. De muestra, cómo se acomodan en el sofá ese ratito:



Sí, sí , ya lo se: nos están robando el sofá. Dentro de poco nos tendremos que sentar en el suelo. Y el mando de la tele también está dejando de ser nuestro como nos descuidemos un pelín. La dictadura de la infancia!

Otro día más, intentaré no tardar tanto. Y que la entrada sea un poco menos escatológica ;)

Ciao!