Ayer vivimos algo que no pensé que llegaría a ver: la selección española de fútbol llegando a la final de un mundial. Bueno, cuando digo 'pensé' me refiero a que hace ya años que me había desengañado de que los periodistas siempre estén inflando las opciones del equipo año tras año, y siempre hay que rebajarles un poco todo lo que dicen. ¡Ya eran muchas decepciones!
Pero llevamos unos años buenos. Ya pasó con el baloncesto (del cual soy más aficionado) pero ahora toca con el fútbol. Sólo hay que cambiar el chip.
Cuando se ganó el europeo los peques estaban en la barriga de mamá por lo que no se enteraron de gran cosa. En esta ocasión apenas se están enterando y seguro que cuando sean mayores no se van a acordar. Pero ellos ya van a vivir habiendo interiorizado que es posible ganar y ¿porqué no? si se puede ganar un mundial de futbol, cualquier otra cosa es posible. Y no solo porque los milagros existen sino porque es posible si se hacen las cosas bien. Esto es de otra generación.
Por de pronto, animan como uno más:
¡A por la final!
4 comentarios:
Qué bonicos que están.....
Por supuesto que existen los milagros....nos lo van a decir a nosotros???
En mi casa ha surgido una hincha... su padre y yo flipamos. Ya veo que en la tuya, Cristina se apunta al carro
Qué guapos están mis sobrinos!
Saludos desde Saint Etienne
Álvaro
Irene, cuanta razón tienes...
Anabel, ¿cual de las dos?¿o las dos son hinchas ahora? A los nanos el futbol aun no les entusiasma, lo que le gusta a Cristina es el follón ;)
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