Lilypie Third Birthday tickers

Lilypie Third Birthday tickers

domingo, 19 de septiembre de 2010

Vacaciones en la playa (y IV): nuevas experiencias

Bueno, allá vamos con la traca final de las vacaciones.

Empecemos con lo más fuerte: ¡Cristina empezó a caminar solita durante estos días! Ya Carlos había comenzado a andar hace unos meses y de hecho ya es un experto cuyos retos no son mantenerse de pie andando sino pasar al correr y al subir/bajar escalones. Pero Cristina iba un poco por detrás, y aún no se había arrancado sola, aunque sí que andaba mucho de la manita. El caso es que un día estaba yo en nuestro apartamento del hotel, Carmen duchándose y estos dos en la habitación. Yo estaba tras la minicocina haciendo algo y controlando que no hicieran ninguna barrabasada, cuando de pronto veo que Cristina se suelta del sofá donde estaba sujeta de pie y se lanza a andar ¡sola! Lo malo es que iba directa a una pared, peor aún, a una esquina que formaba una columna del edificio. No se si llegué a balbucear algo o si sólo me quedé pasmado y expectante, pero al final se desvió y sólo rozó con el hombro en la pared y no llegó a pasar nada. A partir de ese momento Cristina empezó a caminar solita y desde entonces no ha parado. El video siguiente se filmó el mismo día que hizo la maniobra descrita, desde luego la niña ya estaba preparada, era solo una cuestión de confianza.



Que grandes momentos. Carmen tiene otra versión de los primeros pasos, pero no llegaron a verse. El día anterior al que he descrito ella estaba preparando algo cuando escuchó a sus espaldas unos pasos que llegaron a tocar sus piernas por detras. "Carlitos, quehaces ahí?" o algo sí le dijo, asumiendo que los pasos sólo los podía producir Carlos. Pero no era Carlos sino Cristina. Que sorpresa. Pero no la llegó a ver andar.

Otro de los grandes momentos de las vacaciones (varios momentos en realidad) fue el descubrimiento de los complementos. Cristina especialmente, pero también Carlos, concluyeron que era mucho más divertido llevar gafitas que no hacerlo. Y se lanzaron a ello, obsérvese la serie de fotos que sigue.





Tanto Carlos como Cristina se han sentado en la mayoría de las comidas con nosotros. Esto también es una experiencia relativamente nueva para ellos, aunque ya arrancamos en Arnés.



A los dos peques les gustan mucho las bicis, triciclos, motos para niños, etc etc. Todos estos medios de locomoción infantil les chiflan, y siempre que pueden se acercan a uno. Pues bien, en la playa de Peñíscola hay varios sitios donde alquilan bicicletas, triciclos, o coches de pedales, y he aquí que los primos alquilaron por un rato unos cochecitos de pedales. Pero claro, los dos peques querían montarse también, empujados por sus mayores eso sí, y cuidando de que no se cayeran. Pero no solo no se cayeron sino que se lo pasaron en grande:



Otra gran nueva experiencia: Carlitos con manguitos en la piscina. Que usan con gran habilidad ya los flotadores que les compramos, ya está documentado y explicado en repetidas ocasiones. Pero estos días probamos a ponerles unos manguitos, a ver cómo reaccionaban. Cristina lo verdad es que ni quiso ponerse los manguitos, aunque le gustaban mucho para perseguirlos por la piscina. Sin embargo Carlos no solo los aceptó sino que los disfrutó como un mono:



Como un mono que traga mucha agua, claro está. Al final, aunque se apañaba bastante bien y se lo pasaba en grande, tuvimos que quitárselos porque se estaba bebiendo media piscina. Y eso que, como se puede apreciar en el video, enseguida aprendió que es conveniente mantener la boca cerrada, que si no...

Me dejo seguro otras mil cosas que comentar, pero voy a parar ya de escribir sobre las vacaciones que acabaron hace ya más de tres semanas. Van pasando otras muchas cosas mientras tanto, y algunas de ellas merecen ser contadas, así que a ello me dedicaré los próximos posts.

Hasta la próxima

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Vacaciones en la playa (III): con los primos y otros amiguitos

Como ya mencioné en la primera entrada sobre las vacaciones, estos días estuvimos con abuelos, titos y primos. Afortunadamente para mi salud mental, en un apartahotel con apartamentos separados, no todos juntos y revueltos, pero pasabamos gran parte del dia juntos. Y desde luego una de las cosas que más han disfrutado los peques es haber estado con los primos a todas horas.

Y eso que se llevan unos añitos con la prima Rocío, pero ella está tan encantada con sus primos pequeños (ejerce de prima mayor) que pasa un buen rato con ellos siempre que puede. Pedrete es más pequeño y aunque también está muy atento, a veces también va más por libre. Es de suponer que dentro de dos o tres años estarán también mucho con Pedro, sólo se llevan 2,5 años y esa distancia en poco tiempo no será tanta. Con Rocío se llevan casi 7 años, son muchos y seguro que tarde o temprano les llevan por derroteros diferentes.

Pero por ahora, no tanto:





No se si lo mencionado alguna vez, pero Cristina llevaba unos meses con un cierto rencor hacia el tito Perico. ¿Porqué? Pues no recuerdo bien porqué, pero una vez estaba con él y acabó llorando, y desde entonces siempre que tito Pedro se acercaba a ella ponía pucheros. Pues bien, por fin han hecho las paces:



Uno de los momentos importantes de las vacaciones fue un día que se acercaron a visitarnos unos amigos que se encontraban en Benicassim pasando unos días y con otros que viven en Castellón. Cada uno de ellos tiene a su vez dos niños, así que nos juntamos con 8 niños sin comerlo ni beberlo. La verdad es que nos tendríamos que juntar más a menudo, antes de la llegada de los pequeños nos solíamos juntar los amigos de la universidad periódicamente (una vez al año o así, cada uno vivimos en un sitio), pero ahora es más difícil y se nota, no quedamos tanto. Pero visto como se lo pasaron los niños, hay que repetirlo más amenudo. Y nosotros también



Para acabar, una foto de los 4 primos con sus mamás.



Ya la próxima acabo con las vacaciones, de verdad.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Vacaciones en la playa (II): otras actividades

El estar en la playa de vacaciones no te limita exclusivamente a estar de la playa a la piscina y viceversa. También haces otras cosas, no muchas, pero bueno, algo hay (y no solo dormir la siesta)



Una de las actividades diarias habituales ha sido dar paseos por el (valga la rebuznancia) paseo marítimo. Carlos y Cristina han disfrutado de estos ratos, porque el correteo de ambos dos por allí, semi-libres, y con tantas cosas_7gente que ver, les hacía pasar un muy buen rato. Además en el paseo también había un espectáculo de guiñoles, no excesivamente bueno, pero que a los peques les dejaba hipnotizados por un rato (corto). Lástima que no tengo ninguna foto de esos momentos.

También han descubierto otras diversiones: una de ellas las máquinas de bolitas de esas que hay para niños. No sé de donde han sacado el interés por ellas, porque nosotros no les hemos comprado nunca una bolita con juguete de estas máquinas. Debe ser que están diseñadas para atraer a los niños como la miel a las moscas. Los peques se dirigían a ellas tan pronto las veían. Y menos mal que no les comprábamos nada



También nos dio tiempo a visitar el pueblo de Peñiscola, la parte antigua, vamos. Las cuestas no son lo mejor para pasear con un carrito gemelar, pero qué le vamos a hacer, parece que no hay pueblos con casco antiguo medio interesante que no tenga cuestas. Acordémonos de ese viaje a Cuenca, por ejemplo. El pueblo no está mal, tiene cosas interesantes 8como el Castillo del Papa Luna) y se deja ver. Pero esto del turismo de masas hace que probablemente sea mucho más visitable en Febrero. ¡Que gentío por Dios! Casi que por algunas calles no podías pasar.



Por lo demás tampoco hicimos mucho mas diferente. Los pequeñajos se encargaron de mantenernos ocupados en todo momento y no tuvimos mucho más tiempo para hacer otras visitas cercanas. Salvo alguna cosilla adicional que dejo para próximas entradas.

Aquí están los peques con los abuelos:



Para ir acabando, voy a poner un par de videos que me han hecho mucha gracia. el primero, grabado mientras estábamos deshaciendo la maleta, el primer día; Carlos y cristina se entretenían de la siguiente manera:



Si es que cada vez juegan más juntos y se lo pasan mejor. Sí que es cierto que a veces Carlos es un poco abusón (cuestión de tamaño) y Cristina se agobia un poco. Por eso cuando mejor se lo pasan es cuendo están juntos pero separados, como en el video anterior. O como en este video que sigue a continuación. Es para 'fans' también poeque es un poco largo, pero a mi me encanta. Si es que se lo pasan de bien...



La verdad es que da gusto cuando los ves reirse tanto juntos.

Ya está bien por hoy, otro día más con más historias vacacionales. Chau chau

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Vacaciones en la playa (I): playa y piscina

Hace ya semana y media que volvimos de vacaciones y aún no he podido hacer ninguna entrada sobre ello. Se me acumula el trabajo: en el interín han pasado más cosas, desde el primer día de guardería de los peques (qué gran momento) hasta su estancia en Albacete por la Feria 2010.

Ya hablaré de esas cosas. Por ahora tengo bastante con una serie de entradas sobre las vacaciones en la playa, ya está bien por ahora con eso.

Creo que ya comenté en algún momento que íbamos a estar una semana en Peñíscola con los titos y abuelos de Albacete. Quitando aquel día que estuvimos en Gandía, era la primera vez que los peques estaban en la playa. Así que era una incógnita el cómo iban a reaccionar ante las olas y la arena. La verdad es que en general bastante bien. Cristina demostró algo más de gusto por la arena y Carlos algo más por el agua, pero en general los dos muy bien:





El primer día a Cris le costó un poquito entrar, pero enseguida se lo pasaron mejor. Hay que decir que ese día había un poquito de oleaje, y eso les asustaba un poco. Carlos al principio ponía cara de pocos amigos pero luego se lo iba pasando bien. Al segundo día ya reaccioaban mejor, y ya los últimos días incluso buscaban el agua. Por lo menos a veces.

Claro que Carlitos definitivamente nos mostró lo que era un niño croqueta:



Lo dicho, a veces también se dirigía con decisión al agua... luego cuando llegaban las olas se echaba atrás pero la decisión la tenía igual.



Cristina en cambio prefería quedarse jugando con la arena bajo la sombrilla, e hidratarse periódicamente como recomiendan los médicos. Se sentaba en su 'trono' (esa tumbona hinchable que aparece en la foto) y ahí era feliz. Obsérvese la escasa cantidad de juguetes para jugar en la arena:



En cuanto a la piscina, en el hotel había una no muy grande donde tras la playa nos refrescábamos, sin arena ni sal, aunque con cloro eso sí. Los nanos conocen bien la piscina, por lo que no supuso ninguna novedad para ellos. La disfrutaron eso si, con los primos, lo que sí que era más novedoso.



Para acabar, he aquí a Carlitos en el agua pasándoselo bien con papá.



No creáis que he acabado con las vacaciones, no, habrán más entradas en breve. Ciao!

PD: ¡Mar, no te leo!