Pero hay veces que no es tan rápido. El otro día fuimos a un centro comercial, al Decathlón, a buscar unas cosillas. Este tipo de sitios le encantan a los nanos, tantas cosas llamativas que mirar y coger, ir de un lado a otro con tantas novedades. Pero claro, no se lo pueden llevar todo, así que cuando Carlos cogió una pelota de voley casi a la hora de irnos, y se puso a jugar con ella le dijimos que no, que la dejara en su sitio. La reacción de Carlos fue la de otras veces: al suelo a llorar Pero en esta ocasión no reaccionó al "Carlos que nos vamos", nosotros nos alejamos unos metros y él se quedó allí, tirado en el suelo como un trapo olvidado... pobrecito. La gente pasaba cerca suyo y se le quedaba mirando "Pobre niño abandonado" debian pensar. Nosotros estábamos al lado, a unos metros escasos, haciendo como que nos habíamos ido, no nos veía, pero no estaba preocupado en absoluto, lloriqueaba mansamente en el suelo..
Al final tuvimos que ir a por él a consolarlo un poquito. Pero estuvo sus buenos 2 o 3 minutos así. Es de un trágico... ;)
Por cierto que al final se llevaron un par de minipelotas de waterpolo. Si es que nos tienen dominados!
10 comentarios:
jajajaj, es que todos los nanos a esta edad nos tienen que dejar en evidencia?? jajajaja. Los mios hacen igual, alli tirados como colillas, pero en nuestro caso no funciona lo de me voy... éstos se dan media vuelta y los que se van son ellos!!
Da cosica ver a Carlitos así en el suelo...
Bueno, es parte de la educación de un niño!
Saludos desde London
Tío Álvaro
Da cosica ver a Carlitos así en el suelo...
Bueno, es parte de la educación de un niño!
Saludos desde London
Tío Álvaro
Por cierto, de lo "al decathon" te ha quedado un poco de suburbial...
Tio álvaro
La foto es sencillamente genial. Menudo papelón, qué gran actor!
Esa pedazo foto la tienes que guardar para la posteridad! Qué paciencia con las rabietas, no? Yo todavía no he sufrido ninguna de éstas... Siento decirte que el nano está graciosísimo! Jajaja
Los nanos están guapísimos, hacia rato que no me pasaba y han crecido mucho. A mi lo de las "perretas" en los centros comerciales también me suena, pero no era tan dramático como el tuyo, pero si más escandaloso hasta que me agachaba, me ponía a su altura y le decía que nos ibamos y que ya se tenían que acabar los lloros. Y como a ti, a veces funcionaba y otras no. En fin, ahora son otros los dilemas. Un abrazo.
Cuando no tenía hijos y veía a alguno montando una escenita de estas yo pensaba, mis hijos nunca me haran esto... Bueno pues ahora una tras otra.
Tenéis razón, los niños en modo "rabieta" son inevitables, en unos casos más fuertes y en otros casos menos (es lo que tienen tener dos a la vez, puedes comparar). Carlos de todos modos es mucho más actor melodramatico que rabieta real, se le pasa enseguida de normal. Y el día de la foto era un lloro muy manso, no era rabieta normal. Se le acabó pasando, sobre todo con la pelota que acabó llevándose.
Álvaro, ya sabes que mucho no frecuento el decathlon, pero no por "suburbial" (¿¿¿¿????) sin por escasez de deporte.
Irene, se van de verdad? Si os dejan de ver no se asustan y vuelven? Pues si que son valeintes!
Ángela, no digas de este agua no beberé... vete tú a saber como acaban siendo estos, espero que se porten bien, pero viendo cómo anda la juventud (qué mayor ha sonado esto), uno no puede más que preocuparse mucho por la educación que les vamos a dar a esta pareja
madrdemellizos, es cierto, graciosisimo, yo me reía mientras le veía, por eso hice la foto. Pero no me digas que no es cabezón.
Mama Carmen, me alegro de verte por aqui.
Puntualizo: no es que ir a centro comerciales sea "suburbial", que esto quieras o no es una cosa por la que hay que pasar para abastecerse de bienes y servicios, sino por llamarlo "al dectahlon", que suena como me voy a "la zara" o "al mango" como decían unas compañeras de trabajo mías hace mucho años
Saludos desde London
Tío Álvaro
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