Gateando que es gerundio

Carlos hoy nos ha vuelto a sorprender: ha aprendido ya a gatear hacia adelante. Hacia atrás ya sabía, pero ir adelante era todavía un gran reto. Un día no sabe, al día siguiente de repente evoluciona un pelín más y ya sabe. Es buenísimo verlo avanzar, de momento en el suelo suelo no puede, porque se resbala, pero en el suelo ese de goma que tenemos puesto en una esquina del salón se apaña muy bien. Bueno, ¿para que contarlo si se puede ver?



Es cierto, no es ningún experto todavía ni lo veremos por el momento haciendo el pasillo entero gateando... pero ahí lo tenemos ya!

A Cristina aún le falta un poco más para llegar tan lejos: no le gusta nada estar boca abajo y en cuanto puede se pone boca arriba. Se echa para atrás arqueando la espalda de una manera tremenda, y llega a arrastrarse de esa guisa por el suelo, pero gateo realmente no hace, ni lo intenta. Pero eso sí, tiene una sonrisa resplandeciente (por sus dos dientes!):



A Carlos le falta poco para sus dientes, ya se le notan al tacto, pero aún no han roto la encía. El pobre lo está pasando peor que lo que lo pasó Cristina. Pero esto ya lo contaré otro día, cuando por fin le salgan los primeros.

Abur!