Están un poco somnolientos en la foto, eso si.
Por lo menos Carlos y Cristina no muestran por ahora signos de tenerle miedo a los petardeos propios de estas fiestas. Ya veremos el año que viene. De todos modos creo que lo más probable es que en general seamos de los que huímos de la ciudad durante las Fallas. Conozco un montón de gente que tiene esa política (el tito Jose Ignacio sin ir más lejos). Y eso que tenemos la inmensa suerte de no tener un casal fallero debajo de casa que no nos deje dormir, y ni siquiera se escucha mucho el ruido de las despertás. En casa no se percibe demasiado el ruido fallero.
Esa que se ve ahí no es una despertá de barrio, pero si tienes la mala suerte de que tu dormitorio da a una calle por la que pasa una despertá, el susto matinero no te lo quita nadie.
La foto es del montaje de la falla de Nou Campanar de este año, aún no estaba completamente montada pero ya apuntaba maneras. La falla más alta de la historia, según he leído por ahí.
5 comentarios:
mira que guapos con sus pañuelitos falleros!! Yo creo que, de vivir en valencia, seria de las que huyen tambien, no soy muy amiga de las fiestas de bullicio y tal.. besotes
CHEEEEE... que ni me acordabada de que estamos en época de fallas!! Reconozco que a mi sí me gustaría ir pero sólo a ver los ninots, porque los petardos no me hacen mucha gracia. Estoy con los que se alejarían del bullicio. Suerte tenéis de estar en un barrio tranquilo, a nosotros nos "deleitan" cada año con las fiestas de la ciudad (que no son ni de lejos tan bestiales como las de Valencia). En fin... los pequeños falleros, guapísimos con sus pañuelitos.
Están muy graciosos, aunque me considere un anti-fallas convencido y practicante.
Saludos desde London
Álvaro
Mar, muermiking, yo no soy nada fallero. Lo único que disfruto en fallas son las mascletás, pero casi no las veo porque por un lado me pilla mal ir a verlas y por otro a Carmen no le gustan nada. Las mejores mascletás que he visto en los ultimos años son precisamente las de la falla de Nou Campanar, porque son casi tan gordas como las del Ayuntamiento (no llega, pero no están lejos) y al mismo tiempo no hay las distancias de seguridad que hay en la plaza del ayuntamiento, las ves de cerca. Son brutales, o lo eran al menos, porque este año no las he visto.
Lo que no soporto es el petardeo de niñato, ese que sin venir a cuento lanza un petardo sin tener en cuenta de si estás pasando al lado o dónde estás. Ese es muy pesadito y te puede pegar bastantes sustos.
Los peques este año no parecen haber tenido miedo de los petardos, pero no son muy conscientes aun. Veremos otros años.
Jeje que monos están. Yo tb les he puesto el pañuelito y el blusón y tb soy antifallas pero es que ... están tan monos.
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